La temporada navideña se avecina. Con ella vendrán las posadas, las reuniones con amigos y familiares, las cenas de Nochebuena y de Año Nuevo…, pero también los excesos.
“Sí, durante las fiestas navideñas, la gente come y bebe más, y hace menos ejercicio. Además, algunas personas que padecen hipertensión arterial, hipercolesterolemia (niveles altos de colesterol) y/o diabetes dejan de tomar sus medicamentos de manera adecuada o, bien, se sienten más solas que nunca y caen en un estado depresivo o son víctimas del estrés. Esto trae como consecuencia que el número de consultas médicas por complicaciones cardiacas, sobre todo, se incremente hacia finales de diciembre y principios de enero”, dice Gabriela Borrayo Sánchez, académica y secretaria general de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Se sabe con certeza que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en todo el mundo, incluido, por supuesto, nuestro país.
El año pasado, cerca de 200 mil fallecimientos por algún problema cardiaco (más de hombres que de mujeres) se registraron en México.
Entre los padecimientos cardiovasculares destaca, en primer lugar, la cardiopatía isquémica, la cual es causada por la acumulación de grasa en las paredes de las arterias (ateroesclerosis) y, en infinidad de ocasiones, desata un infarto agudo de miocardio o ataque al corazón.
Infartos
“Se ha visto que, en diciembre y enero, el número de infartos aumenta, porque los factores que mencioné antes se suman. En el caso de las personas que dejan de tomar adecuadamente sus medicamentos para la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y/o la diabetes, experimentan un descontrol de estas enfermedades. Entonces, al tener la presión arterial, el colesterol y/o la glucosa más altos, las arterias que ya estaban obstruidas de forma parcial pueden inflamarse por dentro y generar una fisura que será cubierta por un coágulo que con el tiempo cubrirá toda la arteria y provocará un ataque al corazón”, explica la también cardióloga universitaria.