Para madres y padres es muy importante que sus infantes crezcan de manera sana; por lo que una de sus mayores preocupaciones es si están haciendo un buen trabajo a la hora de criarlos, ¿Qué cosas debería estar enseñándole a mi hija/hijo cuando tiene un año, dos o tres?
¿Debo dejar que haga lo que quiera? ¿Es bueno o malo querer que mi hija o hijo aprenda lo que yo quiera? Estas preguntas por lo general abordan las cabezas de las y los tutores, generando confusión a la hora de querer hacer las cosas de forma correcta para que infantes se desarrollen en un ambiente apto para sus primeros años de vida.
Para ayudarnos a entender estos temas, la Dra. Ximena Andrea González Grandón, Coordinadora de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, nos explicó que es necesario crear entornos estimulantes realizando actividades con materiales y juguetes que respeten las habilidades de las y los infantes, con el fin de fomentar una relación afectiva amorosa sobre la que se construya la base de un cerebro sólido.
De acuerdo con la especialista en Metodologías terapéuticas para la rehabilitación cognitiva y motora a partir de la experiencia corporal y emocional, los primeros siete años de vida de niñas y niños son relevantes, ya que es cuando tienen mayor plasticidad neuronal.