México 31 enero._ Las secuelas tras padecer la Covid-19 incluyen tos crónica, falta de aire (disnea), cansancio, taquicardia, pérdida de olfato o parosmia, en la que los olores y sabores no vuelven a ser los mismos para algunas personas, señala la UNAM.
También están las del tipo neurológico como insomnio o dificultad para concentrarse; y muy frecuentemente las de tipo psicológico: depresión y ansiedad.
Para la especialista en Virología, Susana López Charretón, es importante saber que presentar o no estas secuelas es independiente de si se tuvo Covid severo o una enfermedad leve.
“No es que se alargue el padecimiento, es que puede ser agudo y después de librar la infección se quedan secuelas graves; esto sucede entre 10 y 15 por cierto de los casos. Son rastros que dejó el virus”.
Enfermedad reciente
Aunque muchos pacientes tardaron semanas y hasta meses en su recuperación tras infectarse con el SARS-CoV-2, no se puede hablar de Covid largo o como le han llamado muchos medios en Estados Unidos long covid.
López Charretón aclaró que en estos casos los pacientes “ya no tienen infección, es decir, ya no se detecta el virus, lo que hay son secuelas”. Ella descartaría el término pues “suena a que se alarga, pero en realidad son secuelas, y no se sabe por qué pasa”.
Para la investigadora del Instituto de Biotecnología es necesario recordar que es una enfermedad la cual, aunque ya tiene dos años, no se conoce del todo, por lo que se sigue aprendiendo sobre la marcha.
“Al principio de la pandemia no sabíamos que hay un periodo de ocho días en que se presentan los síntomas gripales. A partir de esos ocho días el virus ya no se replica, pero el sistema inmune empieza a reaccionar. En algunas personas la reacción es muy violenta, se da una inflamación muy severa, se inflama la pleura, los pulmones, se empieza a tener un problema de oxigenación y comienza a haber un exceso de coagulación por falta de oxígeno.”
Ahora sabemos que la fase más peligrosa de la enfermedad es después de ocho días de presentar los primeros síntomas. “Es una fase que no es viral, sino que el sistema inmune reacciona y viene la inflamación, la tormenta de citocinas, la falta de oxígeno y la coagulación. Ya se da tratamiento con antiinflamatorios esteroideos, como la dexametasona, y anticoagulantes, pero eso lo fuimos aprendiendo”.
La vacunación es esencial para luchar contra la Covid-19, pues evita que se pase a la siguiente fase de la enfermedad.