El abordaje de la información a difundir sobre suicidio debe ser de forma ética, responsable, preventiva, sin sensacionalismo y con respeto a las víctimas y a sus familias, coincidieron expertas y expertos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud.
En el último día del “Curso de sensibilización para el manejo de información sobre el comportamiento suicida en medios de comunicación”, explicaron que el contenido de todo texto para publicar debe ser veraz y fidedigno; cuando va acompañado de imágenes, éstas deben expresar respeto.
La responsable de brigadas comunitarias del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, Rocío Jurado Galicia, destacó que el texto debe incluir recursos de ayuda o líneas de apoyo para personas que pueden estar atravesando crisis suicidas, y evitar la descripción detallada del método utilizado, ya que puede fomentar la imitación.
Señaló que estos recursos deben ofrecer apoyo a las personas que se hayan sentido afectadas o que se han sentido impulsadas a considerar el suicidio, es decir, “resulta conveniente presentar a la muerte por suicidio como producto de una compleja interacción de factores y no atribuirla a una causa explicativa simplista o como algo inexplicable”.
La especialista dijo que en la redacción de la información hay que evitar expresiones como “se ha suicidado” o “suicidio consumado”. Es preferible utilizar la frase “ha muerto por suicidio”, “muerte por causa violenta” o emplear el calificativo: muerte autoprovocada o autoinflingida.