Ciudad de México 23 noviembre._ Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos, que por primera vez superan las 100 mil anuales, causa alarma.
Ya se habla de un proyecto para crear en San Francisco (California) el primer centro público para inyectarse de forma segura. Aunque es algo que va contra la ley federal. El lugar se ubicará en un local bajo, tapiado y cubierto de grafiti.
La alcaldesa de San Francisco, London Breed, quiere que acudan los adictos a las drogas para inyectarse fentanilo y metanfetaminas bajo supervisión y de forma segura, en vez de hacerlo en la calle.
En los alrededores de ese local, el problema resulta evidente: decenas de personas se amontonan tumbadas en la acera, en tiendas de campaña, bajo cartones o al raso, con signos visibles de abusar de las drogas.
“El año pasado, la gente estuvo aislada, y si tienes un problema con las drogas y estás aislado, el problema empeora”, cuenta en una entrevista con la agencia Efe Sam Quinones, periodista freelance y autor de varios libros sobre la epidemia de opiáceos en Estados Unidos.
Alarma
El principal problema para el centro de inyecciones seguras es que va contra la ley federal y la de California, pero, aun así, la ciudad considera que ya no puede más.
En San Francisco mueren cada día de media más de dos personas por sobredosis, según cifras recopiladas por la prensa local, de las que más del 70 por ciento fallecen por el consumo de fentanilo. Es un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína y letal hasta en las dosis más pequeñas.
Entre abril de 2020 y abril de 2021 Estados Unidos sufrió 100 mil 306 muertes por sobredosis, la primera vez que se superan las 100 mil.