Han revolucionado el tratamiento contra la obesidad y ocupan hasta titulares de la prensa económica, pero los pacientes que toman los fármacos agonistas de GLP1 que ayudan a perder una cantidad considerable de kilos también tienen que lidiar con efectos secundarios como las náuseas que, en según qué casos, pueden llevar a tener que suspender el tratamiento.
Ahora, un grupo de investigadores de la Monell Chemical Senses Center de Pensilvania (EE.UU) han hallado una grupo de neuronas en el cerebro que controla la ingesta de alimentos sin causar náuseas y han descrito dos circuitos neuronales distintos que median diferentes efectos del mismo medicamento.
Estos hallazgos pueden utilizarse para desarrollar fármacos con menos efectos secundarios.
Los investigadores han hallado una grupo de neuronas en el cerebro que controla la ingesta de alimentos sin causar náuseas
El trabajo se ha publicado en la revista científica Nature y pone las bases para poder separar los beneficios terapéuticos de los efectos adversos de los agonistas de GLP1 dando respuesta a la relación fisiológica entre sentirse satisfecho después de una comida y el control neurológico de las náuseas.
“Investigamos los circuitos cerebrales que vinculan la saciedad con la aversión y, de manera inesperada, descubrimos que los circuitos neuronales que median estos efectos son funcionalmente separables”, escriben los autores en su artículo.
Los investigadores encontraron que las neuronas en el cerebro posterior (ronbencéfalo) que median ambos efectos (saciedad-aversión) son diferentes.
Mediante microscopia multifotón vieron que la mayoría de estas neuronas están sintonizadas con estímulos nutritivos o aversivos, pero no con ambos. Con las imágenes simultáneas de las subregiones del rombecéfalo comprobaron que las neuronas de un área cerebral llamada postrema responden más a los estímulos aversivos pero las neuronas del núcleo del tracto solitario se inclinan más hacia estímulos nutritivos.