l papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano en un momento en el que aún se encontraba recuperándose de una neumonía bilateral, enfermedad que puede afectar con mayor gravedad a las personas mayores y que le mantuvo en el hospital Gemelli de Roma durante más de un mes.
La neumonía bilateral afecta a los dos pulmones, lo que la hace más grave que una neumonía común, tal y como ha explicado en una entrevista a Europa Press Infosalus el neumólogo y miembro de la sociedad Catalana de Neumología (SOCAP), el doctor Ignasi García, quien ha señalado que la edad «juega mucho» en el pronóstico de los pacientes con esta patología.
Esta evolución negativa de la enfermedad también se puede ver influida por la falta de una parte del pulmón, como es el caso del propio Papa Francisco, a quien se le practicó en 1957 una intervención de este tipo tras verse afectado por una grave infección respiratoria.
El doctor García ha señalado que el hecho de no contar con una parte del pulmón afecta a la capacidad de respiración de los pacientes, que se enfrentan a síntomas como tos, ahogamiento, dolor en el pecho, fiebre con escalofríos, malestar general o cansancio.
Entre otros factores de riesgo se encuentran la estado inmunitario y nutricional del paciente o el abuso de sustancias, entre «bastantes cosas» más, tras lo que el especialista ha recalcado que puede «pasarle» a todo el mundo.
La principal terapia para la neumonía bilateral consiste en la administración de antibióticos, que se eligen en función del microorganismo, y puede ir acompañado de soporte respiratorio, tal y como ocurrió en el caso de Francisco, a quien se la visto en numerosas ocasiones en silla de ruedas y cánulas de oxígeno.