México padece enfermedades de países avanzados y en desarrollo, considera el académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, Daniel Pahua Díaz.
México enfrenta el reto de generar un cambio, para modificar la perspectiva, en el cual se entienda que la salud es la ausencia de la enfermedad y también la responsabilidad de todos para hacer lo correcto en cuanto a alimentación, ejercicio y cuidados personales.
En ocasión del Día Mundial de la Salud, el especialista universitario precisa que es necesario ser conscientes de que la pandemia por SARS-CoV-2 no ha terminado, por eso hay elevada frecuencia de casos y la transmisión permanece debido a las nuevas variantes de la COVID-19.
En el caso de nuestro país, apunta Pahua Díaz, el panorama epidemiológico es complicado pues desde hace tiempo se enfrentan enfermedades propias de países desarrollados como diabetes, hipertensión o problemas cardiovasculares, cáncer, sobrepeso u obesidad (no transmisibles).
Enfermedades de países avanzados
También males característicos de naciones en desarrollo, entre ellos desnutrición, problemas gastrointestinales o muerte materno-infantil, relacionados con carencias.
El docente estima que los altos niveles de prevalencia de esos padecimientos complicaron el panorama epidemiológico, porque además de ser una enfermedad que afecta diversos órganos, implica empleo de recursos humanos, materiales y económicos.
“Además, se dejaron de hacer diagnósticos de las enfermedades crónicas no transmisibles, se suspendieron tratamientos, se dejó de lado la prevención en todos sus niveles: primaria, secundaria, terciaria e incluso no solamente de enfermedades crónicas no transmisibles, sino de enfermedades prevenibles y de enfermedades transmisibles”, manifiesta el también investigador.