Las personas con autismo sienten el dolor con más intensidad que los demás, lo que da la vuelta a la antigua idea de que tenían una conciencia del dolor significativamente reducida, de acuerdo con un nuevo estudio.
Cabe destacar que la idea de que las personas con autismo son menos sensibles al dolor ha empezado a cuestionarse en la última década. Según un estudio de 2013, las últimas investigaciones sugerían que “hay que cuestionar la idea de que los individuos con trastorno del espectro autista son insensibles al dolor.”
Ahora, investigadores israelíes han llevado a cabo el estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha para calibrar las respuestas al dolor de las personas con autismo. No sólo han cuestionado la creencia de que las personas con autismo son insensibles al dolor, sino que han llegado a la conclusión de lo contrario.
Sensibilidad al dolor
“Los resultados de nuestro estudio indican que, en la mayoría de los casos, la sensibilidad al dolor de las personas con autismo es mayor que la de la mayoría de la población”, afirma la Dra. Tami Bar-Shalita, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, una de las autoras de la investigación, publicada en la revista Pain el pasado mes de agosto, pero que la universidad ha hecho pública ahora.
En el estudio participaron 52 adultos con autismo de alto funcionamiento e inteligencia normal, lo que lo convierte en la muestra más amplia del mundo de la que se tiene constancia en estudios sobre el dolor entre personas con autismo.
Se administró dolor controlado, como calor, a los participantes con autismo, así como a una muestra de control, y las personas clasificaron el dolor en una escala de 0 a 100. El experimento se realizó con voluntarios y fue aprobado por comités éticos. Los resultados “demuestran sin lugar a dudas que a las personas con autismo les duele más”, concluyeron los investigadores.
Fuente: saludiario.com