Ciudad de México 20 noviembre._ Los cereales proporcionan gran parte de las necesidades energéticas y nutricionales de los seres humanos. De hecho, se estima que proporcionan más de la mitad de las calorías a nivel global y son fuente importante de carbohidratos y fibra dietética, así como de micronutrientes y proteínas de origen vegetal.
No obstante, la importancia de los alimentos a base de cereales, especialmente de los alimentos hechos con granos enteros, está siendo socavada por una gran cantidad de sitios que, sin fundamento científico, afirman que estos alimentos son innecesarios o poco saludables.
Desde el punto de vista nutricional, las personas que omiten los alimentos a base de cereales carecerán de la fibra que estos aportan y pueden tener una ingesta inadecuada de micronutrientes. La recomendación entonces es no omitir estos alimentos y, sobre todo, integrar a la dieta alimentos hechos con granos enteros.
Los granos refinados se diferencian de los granos enteros en que algunas o todas las capas externas de salvado (la “cáscara” de las semillas) se eliminan durante la molienda, el perlado (cuando se pule el grano para eliminar el salvado) o la eliminación de germen (la parte más pequeña que constituye el núcleo de la semilla).
Buena alimentación
Estos procesos reducen los micronutrientes y disminuyen significativamente la fibra dietética, tanto, que a los granos refinados y enriquecidos se les tiene que agregar micronutrientes para reemplazar algunas de estas pérdidas y en algunos países incluso los granos refinados tienen que ser fortificados obligatoriamente.
Una de las preguntas más comunes es si se debe optar por consumir solo alimentos de grano entero o si es posible (y saludable) consumir tanto alimentos de grano entero como de grano refinado.
Para brindar un panorama claro y confiable sobre este tema, un conjunto de investigadores de la Universidad St. Catherine de Estados Unidos, de la Universidad de Córdoba de España, y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) de México, desarrollaron un estudio para buscar evidencia que respaldaran las recomendaciones de que los consumidores deben hacer que al menos la mitad de sus granos sean integrales.