El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE, por sus siglas en inglés) informó que la actual pandemia de coronavirus ya cobró el mismo número de muertes en el personal de salud como en la Primera Guerra Mundial.
En un comunicado el CIE detalló que el número de enfermeras fallecidas tras contraer covid-19 asciende a 1.500, desde las 1.097 registradas en agosto. La cifra, que incluye a enfermeras de solo 44 de los 195 países del mundo, sin embargo, se sabe que es una estimación a la baja del número real de muertes, indicaron.
Los propios análisis del CIE apuntan a que aproximadamente el 10 por ciento de los casos a nivel global son de trabajadores sanitarios.
Desde esta semana ya hay más de 43 millones de casos en todo el mundo.
Howard Catton, Director General del CIE, lamentó que las actuales cifras de decesos en el personal de salud en la pandemia son comparables al número de muertes de la Primera Guerra Mundial.
Durante la guerra de Crimea, «Florence demostró cómo la recopilación y el análisis de datos contribuyen a incrementar nuestra comprensión de los riesgos para la salud, mejorar las prácticas clínicas y salvar vidas, en particular de enfermeras y trabajadores sanitarios. Si hoy estuviera viva, los líderes de todo el mundo tendrían su voz resonando en sus oídos diciéndoles que tienen que proteger a nuestras enfermeras. Hay un abismo entre las palabras cálidas, los elogios y las acciones que hay que emprender», subrayó.
Catton comentó que la pandemia ha demostrado hasta qué punto se ha interconectado el mundo y que las respuestas de los gobiernos han de tenerlo en cuenta para responder adecuadamente.
“Creo sinceramente que lo global nunca ha sido más local en términos de los retos que estamos afrontando, las lecciones que hemos de extraer y las soluciones que buscamos. Por ejemplo, la obtención de equipos de protección individual entre fronteras requiere que los gobiernos trabajen juntos en cuestión de aduanas y controles. Y cuando tengamos una vacuna, para llevársela a todos aquellos que la necesiten y no solo a quienes se la puedan permitir, harán falta relaciones multilaterales y cooperación», dijo.
«Las enfermeras tendrán que jugar un papel importante en lo que venga tras la COVID. Nuestra experiencia y los datos de los cuales disponemos significan que tenemos una voz muy poderosa y legítima que hemos de utilizar para influenciar los sistemas de salud del futuro», agregó.