Se han encontrado microplásticos en especies marinas en las profundidades de los océanos y ahora una investigación italiana ha revelado la presencia de microplásticos en la placenta humana.
Los microplásticos son trozos diminutos, casi microscópicos de plástico que contamina el medio ambiente. Estos diminutos pedazos de plástico han comenzado a ser encontrados en diversas partes de la naturaleza una muestra de que la contaminación del ambiente ha avanzado a pasos agigantados.
Este hallazgo ha animado a los investigadores a indagar más sobre la presencia de este componente en el cuerpo humano. La investigación ha sido realizada por el hospital romano Fatebenefratelli y el Politécnico de la región de Las Marcas (centro) y ha permitido localizar microplásticos por primera vez en las placentas.
Se analizaron con espectrometría de Raman la la composición química y la estructura molecular de la sangre, las placentas de seis mujeres sanas de edades comprendidas entre los 18 y los 40 años y con gestaciones del todo normales.
Se encontraron en la placenta hasta doce fragmentos de material artificial de tamaños entre los 5 y 10 micrones (el tamaño aproximado de una bacteria).
Los componentes encontrados en la placenta humana es polipropileno, un compuesto de polímero termoplástico que se usa en la fabricación de diversos elementos como botellas o impresiones tridimensionales.
Los otros microplásticos en la placenta fueron identificados como derivados de las pinturas y barnices, de acuerdo a las mismas fuentes.
El estudio fue encabezado por Antonio Ragusa, un profesor y parte del equipo de la unidad de Ginecología del Fatebenefratelli, aseguró que por el momento se desconocen los eventuales riesgos de los microplásticos que pueden suponer para los fetos.
Ragusa dijo que se debe continuar con la investigación para determinar si el microplástico acarrea problemas metabólicos en los ácidos grasos. Los investigadores desconocen hasta el momento como es que estos microplásticos han llegado al interior de la placenta, pero se piensa que pudiera ser por la vía respiratoria o a través de la alimentación.
Estimaciones recientes indican que se han producido más de 8 mil 300 millones de toneladas cúbicas de plástico desde 1950 a la fecha, tan sólo el 9 por ciento de este se recicla, el restante termina en los vertederos de basura o a la deriva en el mar y se descompone en micropartículas que contaminan las aguas y el aire, dañan la fauna marina y, en última instancia, son ingeridas por los seres humanos.
Aunque no se han realizado estudios a profundidad sobre el impacto de los microplásticos en el cuerpo humano, se cree que las partículas pequeñas entrañan más riesgo ya que pueden colarse en el torrente sanguíneo, el sistema linfático y alcanzar el hígado.