México 16 octubre.- El Estado debe cambiar las políticas públicas en materia alimentaria, a fin de acceder a dietas más benéficas que impulsen el consumo directo de alimentos frescos como frutas y verduras, promuevan los cultivos locales del campo mexicano, apoyen las cooperativas y se combata la desigualdad de los pequeños productores frente a las empresas trasnacionales.
En lo anterior coincidieron expertos en el tema reunidos en el Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, en un evento híbrido organizado por esa entidad académica y la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS).
Durante el conversatorio “La dieta neoliberal y obesidad en México. El papel de las políticas públicas en la transformación de los ambientes alimentarios” -moderado por Ana Laura González Alejo, del IGg, y David Sébastien Monachon, de la COUS-, el sociólogo Gerardo Otero, profesor-investigador de la Universidad Simon Fraser de Canadá, explicó: la llamada dieta neoliberal o corporativa es uno de los principales símbolos de la vida moderna, incluye la “comida chatarra”.
Alimentos ultraprocesados
Producida por grandes empresas multinacionales que generan alimentos ultraprocesados altos en azúcares, sal y grasas, contiene también ingredientes como endulzantes, colorantes, saborizantes, conservadores, espesantes y otros productos, varios de estos derivados del petróleo.
“Al hablar de régimen empresarial o corporativo se está señalando cuáles son los agentes económicos dominantes, pero no de la gente que podría cambiar las cosas, que es el Estado. Al llamarle neoliberal se entiende que se trata de un conjunto de políticas públicas y que, si estas son las que nos han llevado al tipo de dieta que seguimos desde los años 80, quiere decir que se podría modificar la política de tal forma que accedamos a dietas más saludables”, añadió Otero.