El Día Mundial contra la Lepra se conmemora el último domingo de enero.
En diferentes entidades de México aún se presentan casos activos y nuevos de lepra. Hay estados donde su presencia es mayor: Sinaloa, Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Guerrero concentran 60 por ciento, de acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades.
A ellos se suman otros: Zacatecas, Coahuila, Campeche, Yucatán, Durango, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México (Tlalpan, Xochimilco), Colima y Jalisco.
Por lo anterior, debemos enfocarnos en ellos sin importar si se trata de regiones apartadas; es necesario llevar tratamientos a los pacientes e información para las poblaciones, afirma la académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, María del Rosario Morales Espinosa.
La lepra existe; es un hecho que no se ha eliminado, ni se eliminará mientras se ignore. Por ello se requieren campañas de concientización para explicar a la sociedad que se trata de un padecimiento curable como cualquier otra enfermedad infecciosa, agrega.
Una vez recibido el tratamiento, el paciente puede llevar una vida normal, abunda la experta. “Lo ideal sería que, si no se erradica, que sean mínimos los casos que se detecten; a las personas que están en contacto con los enfermos hay que darles tratamiento preventivo”. Eso ayudará a controlar ese mal, sobre todo en ciertas zonas de nuestro país.
No se ha eliminado
Con motivo del Día Mundial contra la Lepra –que a partir de 1954 se conmemora el último domingo de enero–, Morales Espinosa recalca: no se ha eliminado porque impacta a poblaciones marginadas y pobres, es endémica y no epidémica, y por el surgimiento de otros padecimientos que tienen prioridad, como la COVID-19.
De acuerdo con el Instituto de Salud para el Bienestar (2022), en 24 países del continente americano se reportan casos, algunos con más de 100 por año, indican datos de la Organización Panamericana de la Salud. Entre esas naciones están: Argentina, Colombia, Cuba, México, Paraguay, República Dominicana, Venezuela y Brasil. Este último concentra 94 por ciento de los casos de la región.
En la Organización Mundial de la Salud se aspira a que haya un infectado por cada 10 mil habitantes. Hay situaciones en que, en efecto, es mínima la población afectada, pero hay regiones que tienen más casos de los que deberían registrarse, precisa Morales Espinosa.