Las políticas públicas dirigidas a los centros de trabajo son parte fundamental para garantizar la lactancia materna exclusiva, afirmó la directora de Políticas y Programas de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Anabelle Bonvecchio Arenas.
La leche materna es el mejor alimento y la opción más segura para garantizar la buena salud y el crecimiento. La evidencia es amplia al reconocer sus múltiples beneficios tanto para las madres, como para las y los bebés y la sociedad en su conjunto.
En entrevista, explicó que las licencias de maternidad y paternidad fomentan la corresponsabilidad en el cuidado de las infancias desde el inicio de su crianza, lo que promueve la distribución equitativa del trabajo al interior del hogar, permitiendo a las mujeres más tiempo disponible para amamantar, trabajar, estudiar o descansar.
“Amamantar y trabajar»
En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se llevará a cabo del 1º al 7 de agosto con el lema: “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!”, la especialista del INSP dijo que estas políticas son importantes para la equidad de género en el mercado laboral y el hogar.
En este contexto, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) Continua 2022 http://bit.ly/Ensanut2022 refiere que 33.6 por ciento de bebés de seis meses recibió lactancia materna exclusiva.
El 27.2 por ciento de niñas y niños de 24 meses no la recibió durante los primeros tres días de vida, y fue alimentado con fórmula comercial infantil (FCI) u otro líquido, mientras que 42 por ciento, de entre seis y 23 meses, consumió alimentos no saludables.