México 9 enero._ Un equipo de científicos, liderados por el biólogo estadounidense Peter Hotez y la microbióloga hondureña María Elena Bottazzi, desarrolló CORBEVAX, una vacuna contra la COVID-19 para los países empobrecidos.
Los creadores de CORBEVAX la apodan como “un regalo para el mundo” porque está libre de patentes, a comparación de otras vacunas contra la enfermedad causadas por el SARS-CoV-2 como Pfizer y Moderna.
En ensayos contra el coronavirus original, la solución ha demostrado ser efectiva en un 90%, mientras tanto hacen ensayos con la variante ómicron que se expande a un ritmo vertiginoso por el mundo, indica un comunicado de la institución sin fines de lucro que codirigen Hotez y Bottazzi.
A fines de 2021, CORBEVAX fue autorizada para su uso de emergencia en India, mientras tanto se espera que también lo apruebe Indonesia, Bangladesh y Botsuana.
La farmacéutica Biological E. Limited, que fabrica las vacunas CORBEVAX, planea producir 100 millones o más de dosis por mes a partir de febrero.
Desigualdad y tecnología
El motivo de esta desigual distribución es que la producción de la mayoría de las vacunas contra la COVID-19 (ARNm y adenovirus) depende de la tecnología, las fábricas y el conocimiento.
“Lo que se ha visto con las otras vacunas es que, aunque la intención es que todo el mundo pueda acceder a ellas, hay limitaciones en cuanto a su fabricación a gran escala, su almacenamiento, la propiedad intelectual” señaló Botazzi en una entrevista con El País.
Al respecto de las farmacéuticas que monopolizan la producción de vacunas contra la COVID-19, Botazzi sostuvo que “deberían ser más altruistas al calcular sus ganancias y cómo permitir mejorar la accesibilidad pública global”.
“Nuestra vacuna ofrece un camino para poner fin a la crisis humanitaria que atraviesan los países de bajos y medianos ingresos en su lucha contra la variante delta”, señaló Hotez. Mientras tanto esperan la aprobación de la OMS.
Fuente: larepublica.pe