Investigadores de la empresa biotecnológica australiana Contraline, crearon un implante inyectable de larga duración que impide el paso del esperma sin necesidad de alterar el equilibrio hormonal.
Este innovador método, llamado Adam, actúa como una barrera física dentro de los conductos deferentes y se presenta como una alternativa segura, reversible y eficaz frente a la vasectomía o el uso continuo de preservativos.
Este método, impulsado por Contraline, se posiciona como una alternativa a la vasectomía y los preservativos, y está diseñado para degradarse de forma natural dentro del organismo. Según sus desarrolladores, representa un hito dentro de los métodos anticonceptivos masculinos reversibles, un campo históricamente limitado en opciones eficaces y seguras.
¿Cómo funciona el anticonceptivo masculino?
El implante anticonceptivo masculino Adam consiste en un hidrogel soluble en agua que se inserta a través de un procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo, con una duración aproximada de 10 minutos bajo anestesia local. Este material bloquea físicamente el paso de los espermatozoides desde los testículos al semen, sin interferir con la producción de hormonas ni con la función sexual.
A diferencia de otros dispositivos que permanecen de forma permanente en el cuerpo, Adam está diseñado para desaparecer después de un tiempo predeterminado, permitiendo que el paciente recupere su fertilidad sin intervención quirúrgica. La tecnología busca replicar el concepto del dispositivo intrauterino (DIU), pero adaptado al sistema reproductivo masculino.