De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) –http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/estres-laboral–, el 75% de los mexicanos experimenta fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos.
Y eso no es todo. Es posible que ver a tus compañeros experimentar el síndrome de desgaste profesional –conocido en el mundo anglosajón como burnout– también esté afectándote porque, como explica el IMSS: “el estrés es potencialmente contagioso, ya que estar cerca o visualizar a otras personas en situaciones de estrés puede aumentar los niveles de cortisol del observador”.
Depresión
Es un fenómeno que no se presenta únicamente entre los trabajadores mexicanos; por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_856931/lang–es/index.htm– calculan que en el mundo cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad que experimentan quienes participan en el mercado laboral.
Esto significa, siguiendo sus cifras, que el costo para la economía mundial de este fenómeno ronda el billón de dólares.
Por ello, en 2019, la OMS –https://www.who.int/publications/i/item/WHO_MNH_MND_94.21– decidió reconocer el síndrome de desgaste profesional como una enfermedad que afecta a los trabajadores de manera mental, física y emocional: “es un proceso de desarrollo que comienza con niveles excesivos y prolongados de estrés laboral, el cual produce tensión en el trabajador. El proceso se completa cuando los trabajadores afrontan defensivamente el distanciamiento psicológico del trabajo y se vuelven apáticos, cínicos o rígidos”.